El cromo es esencial para el buen funcionamiento de muchos procesos enzimáticos en el cuerpo humano. El cromo es también esencial en la descomposición del azúcar y la conversión de azúcar en energía. También funciona en la producción de muchas grasas en el cuerpo. Se cree que el cromo puede desempeñar un papel muy importante en la producción de proteínas en el cuerpo humano. El cromo estimula la síntesis de ácidos grasos y colesterol, que son importantes para la función cerebral y otros procesos corporales. También contribuye a disminuir el llamado colesterol malo (LDL). El cromo es también importante en la descomposición (metabolismo) de insulina. La mejor fuente de cromo es la levadura de cerveza, pero mucha gente no utiliza la levadura de cerveza porque puede causar distensión abdominal y nauseas. Permite asimilar la grasa y convertir los alimentos en energía, a la vez que controla los niveles de azúcar en la sangre y disminuye el deseo de ingerir comestibles dulces. El uso adecuado de este mineral es fundamental para bajar de peso, pues inhibe el hambre y regula los hábitos alimenticios, pero también lo es que su administración excesiva puede causar daño, por lo que su consumo debe ser autorizado y vigilado por un médico.
La deficiencia de cromo puede ser visto como intolerancia a la glucosa. Se observa en las personas mayores con diabetes y en niños con desnutrición proteico-calórica. El suplemento de cromo ayuda al manejo de estas condiciones, pero no es un sustituto de otros tratamientos. Otros síntomas de la deficiencia de cromo incluyen arteriosclerosis, depresión, confusión mental, cansancio y fatiga. A menudo habrá una sensación de hormigueo en las manos o los pies o en las extremidades.
Otras buenas fuentes de cromo son las siguientes:
• Carne
• Hígado
• Huevos
• Pollo
• Las ostras
• Germen de trigo
• Pimientos verdes
• Manzanas
• Los plátanos
• La espinaca
La pimienta negra, la mantequilla y la melaza también son buenas fuentes de cromo, pero normalmente se consumen en pequeñas cantidades.
la ingesta recomendada de cromo varía, pero el común acuerdo entre los profesionales parece estar entre 5 -10 microgramos al día. Por supuesto, antes de iniciar cualquier tipo de cambio en tu dieta debes consultar a los profesionales del cuidado de la salud.
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