La alfombra es un elemento decorativo y útil para nuestro hogar. Favorece el descanso de nuestros pies, por los acolchonado y suaves de sus texturas, y es esencial para evitar caídas que puedan dañarnos, sobre todo si tenemos pequeños en casa, o simplemente queremos no resbalar, al salir de la ducha. Un elemento importante es que, sus variados diseños permiten que se adapten completamente a nuestro entorno.
Las alfombras son fabulosas para limpiar el calzado al llegar a casa, e incluso son amigas cercanas de tus mascotas. Antes de irte de comprar échale un vistazo a los materiales que más te acomoden, sus ventajas y desventajas.
Vinilo
Lo maravilloso de este material es lo fácil que es de limpiar, además de que no se ensucia con facilidad. También son muy resistentes, sobre todo a la humedad, y perfectos para aquellas personas que padecen de alergia, pues repelen el polvo. Es ideal para colocarlos dentro o fuera de casa, y su estética es sin dudas, muy elegante.
Este tipo de alfombra de plástico es fantástica por los variados diseños decorativos que poseen. Tanto así, que se han convertido en una opción de preferencia para la cocina, el dormitorio de los pequeños, el jardín o la terraza.
Lana
Su suavidad es aliada de sensaciones reconfortantes, al tacto. Nuestra recomendación es para usarlo en espacios donde solemos caminar descalzos como el dormitorio. Calentita, acolchonada, suavecita, es este tipo de alfombra. Otra buena noticia: a pesar de favorecer a la calidez de tu ambiente, también son ideales para temperaturas más veraniegas, por su eficacia como aislante térmico. Con una variedad de gamas de colores y diseños: geométricos o florales, se trata de una opción fabulosa para delimitar ambientes y también para crearlos. Es importante saber que si la mantienes libre de pelusas, e insectos, y si usas una de lana natural, tendrás alfombra por largos años. Así que sus puntos más débiles, tienen solución. Solo necesita una atención extra: lavar con cuidado y profundidad. Más adelante hablaremos sobre cómo hacerlo.
Estas son un ejemplo de lo que llamamos: alfombra del amor, tanto es así, fíjate en las películas, las escenas más acogedoras, llevan consigo una alfombra de lana.
Nylon
Un poco opuesto al anterior, este material no tan suave, es muy resistente, por ello es más duradero. Es recomendable para cualquier espacio de tu hogar donde se transite constantemente, porque no se verá dañado por ello. Cero problemas para limpiarlo y tampoco alberga la humedad.
Este es el material sintético más resistente y duradero. Lo debes elegir si: buscas vestir un área considerablemente grande en tu hogar. Es más, puedes usarlo en toda tu casa, si quieres. Además los podrás encontrar con diseños variados y también de tipo liso, para que no afecte el resto de la decoración que poseas.
Acrílicas
Suavidad como la lana, pero más resistente. Como bonus extra: puedes situarla en zonas de alta temperatura o humedad, sin peligro a que dañe. Por tanto, es ideal para baños y cocinas.
Son resistentes a la suciedad, antipolillas y antimoho. Se realizan en variedades de gamas de colores y al ser resistentes a la luz solar, no hay problemas con que se decolore con el tiempo. Al asemejar a la lana son cómodas y confortables. Es muy funcional para la habitación de los pequeños, incluso si padecen de alergias y asmas, porque este tipo de alfombra no da vida al ácaro y ni al moho.
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